Saber si hay un final en este camino indefinido, si hay un nuevo comienzo o si solo la vida se dignara a seguir, sin parar, eternamente.
Si ese fuera el caso, se que mi cansado y guerrero corazón no podría seguir así como esta el día de hoy. Necesita un descanso, una cura para las heridas que tiene y a las que intenta sobrellevar en su supervivencia día a día.
Mi espíritu tampoco resistiría, ligado a mi corazón, se caería al mismo tiempo, porque sus cimientos fueron destrozados, y en consecuencia del hecho también mi energía desaparecería.
Mi alma seria la ultima en caer, resistiendo paso a paso, minuto a minuto, tratando, intentando sobrevivir, resistir a las perdidas.
Perdería lo que soy, los elementos que me componen, que me guían en este camino que es la vida, donde no hay futuro solo hay presente y en nuestra memoria solo recuerdos del pasado.
Me perdería a mi misma, mi identidad.
Y volverme a encontrar seria la mayor lucha en la que participaría.
Porque nadie ni nada te puede ayudar a saber quien sos, cual es tu verdadera identidad, es una lucha solitaria, en la que uno lucha contra los muchos aspectos de si mismo, y se descubre segundo a segundo. Pero se que lo lograría porque algo si quedaría en mi.
Solo quedaría en mi una chispa de esperanza, una pequeña estrella de fe en mi, en que puedo seguir adelante. En que cada obstáculo sera superado.
Porque no importa si tu corazón no puede continuar, si cada latido duele mas que el anterior, no importa si tu espíritu se derrumba porque no puede proseguir, si cada intento lo debilita mas y no importa si tu alma siente que deberá venderse para lograr sus objetivos. No, no importa.
Si se tiene fe y esperanza en uno mismo, uno nunca se rendirá. Peleara una y otra vez, no se ganaran las batallas pero si la guerra. Y uno no se perderá. Ni se rendirá.
Y eso es lo mas importante, no rendirse nunca jamas.